Por: Irina Diéguez Toledo
Mundo:
Anduvimos en asuntos médicos. Con un sillón de ruedas prestado, sorteamos barreras arquitectónicas, aceras y calles destruidas.
Las rampas de acceso en el Oncológico (hospitales, aceras, instituciones) elevadas, estrechas, rotas.
No tuve que pedir ayuda, todos se ofrecían. Queda gente buena, sensible, solidaria, servicial, empática.
TODOS merecemos una vida digna y confío, suceda el cambio político, económico y social; radical. Y que Cuba no muera
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